«Patio de luces» de Érica Esmorís

Patio de luces de Érica Esmorís

Con Patio de Luces, Érica Esmorís ganó el Premio Ciudad de Málaga de Literatura Infantil en 2020. Yo creo que llevaba queriendo leerlo desde entonces. ¡Y por fin he podido visitar los pisos de este edificio guiada por Lea! Así que, si quieres saber lo que me he encontrado detrás de las puertas, sigue leyendo.

¿De qué trata Patio de luces?

Lea tiene una familia pequeña.

Por eso, como en la oficina de su madre no es tan fácil pasar desapercibida, los viernes por la tarde se queda en casa de su abuelo, que trabaja como portero en un edificio de cinco plantas.

Durante esas horas, Lea solo tiene que cumplir una norma: quedarse sentada en el sofá mirando la tele para que nadie jamás sepa que está allí.

Porque si los vecinos se enterasen… ¡sustituirán al abuelo por un telefonillo automático!

Pero, claro… quedarse escondida sin hacer nada es muy aburrido. Lea prefiere salir al patio de luces para observar las cuerdas donde los vecinos tienden la colada.

Basándose en la ropa que cuelgan, la niña se hace una idea bastante concreta de quién habita en cada uno de los pisos: un cazador, una anciana viuda, un surfista… ¡y hasta fantasmas!

Lo que pasa es que las cosas a veces no son lo que parecen.

Sobre todo en el edificio en el que trabaja el abuelo.

Y Lea acabará haciendo un tour por la escalera, conociendo a los vecinos y haciendo que su pequeña familia se vuelva un poquito más grande.

¿Por qué me ha gustado esa novela infantil?

Patio de luces es una novela con una trama sencilla, pero muy entretenida de leer. Ambientada en un pequeño edifico de cinco plantas, donde lo más importante se encuentra oculto detrás de las apariencias y las primeras impresiones.

Patio de luces de Érica Esmorís

Los personajes que habitan ese Patio de luces

Lea es una niña curiosa, atrevida y tremendamente imaginativa. Le gusta fijarse en los detalles y construir historias en torno a ellos. Siguiéndola, vamos conociendo a todos los vecinos del edificio, que son el corazón de este libro.

Detrás de cada una de las puertas de los pisos, encontramos a un personaje original, con su propia historia y su explicación respecto a la colada que tanto ha confundido a Lea.

Me pareció muy divertido ir descubriendo que lo que había detrás de esas telas, no se parecía en nada a lo que la pobre Lea había imaginado.

Además, la edición del libro incluye algunas ilustraciones a color de Juan Berrio en las que podemos ver a estos peculiares personajes.

Pero lo más importante de ellos es que a pesar de ser tan distintos entre sí, encuentran cosas que los unen, modos de ayudarse unos a otros, de aportar… Y terminan creando un sentimiento de comunidad que me parece que en estos tiempos no es muy habitual.

Además, gracias a ellos, Lea se da cuenta de que las apariencias muchas veces engañan, así que es mucho mejor conocer a las personas antes de hacerse una idea sobre ellas.

El estilo narrativo y la estructura

La novela se estructura casi igual que el edificio en el que ocurre la historia.

En cada capítulo, Lea visita uno de los pisos y conoce a sus habitantes.

El estilo de Érica Esmorís es muy ameno, cercano y con muchísimos toques de humor, lo que convierte la novela en una lectura muy divertida.

En resumen…

Patio de luces es una novela infantil sencilla, entretenida y llena de humor, que nos conduce por los pisos de un pequeño edifico para conocer a sus habitantes y descubrir que no siempre te puedes fiar de las apariencias y que es posible encontrar nuevos amigos en el lugar menos pensado.

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