Tenía pendiente leer a Margarita García Gallardo desde hace no sé cuánto tiempo. También tenía muchas ganas de conocerla. Y el mes pasado se alinearon los astros y no solo pude por fin saludarla, sino que también me traje firmado un ejemplar de El Gran López, su última novela infantil, con la que ha sido finalista del Premio Edebé.
Obviamente ya no quise dejarla en la lista de pendientes durante más tiempo y enseguida me puse a leer el libro. El Gran López ha sido una lectura que me ha divertido, me ha hecho sentir ternura por el protagonista (y su perrita) y me ha demostrado, una vez más, que la literatura infantil está llena de temas importantes y actuales.
¿DE QUÉ VA EL GRAN LÓPEZ?
Celestino Pintamonas proviene de una célebre familia de artistas. Él mismo es un gran pintor. Pero la crisis económica se lo ha puesto aún más complicado a los artistas y el pobre Celestino ya apenas cuenta con unos pocos euros para alimentarse a él mismo y a su perrita Lola.
Desesperado, no le ha quedado más remedio que dejar atrás los pinceles y los lienzos, armarse con una brocha gorda y poner un anuncio en el que busca trabajo para pintar «lo que haga falta».
Es así como termina en el circo de El Gran López.
Lo que pasa es que los miembros de la troupe del circo no están mucho mejor que él. Víctimas de una maldición, están a puntito de quedarse sin nada. Literalmente.
Como tampoco es que tengan muchas más opciones, Celestino y Lola se unirán a ellos. Primero como pintor del circo (con una tarea un tanto peculiar) y más tarde como colaboradores decisivos para tratar de vencer a la maldición y devolver el espectáculo de El Gran López a lo más alto de los rankings de opinión circenses.
¿PORQUÉ ME HA GUSTADO?
Por el Gran López y toda su troupe
Lo primero que me llama la atención de este libro respecto a los personajes es que, tanto el protagonista como los secundarios, son todos adultos. Solo contamos con dos adolescentes que, aunque tienen muchísima importancia para la trama, no aparecen demasiado tiempo de manera directa. ¡Y aun así es una historia perfecta para niños!
Celestino es un PERSONAJE. Con mayúsculas. El pobre es muy desgraciado, pero incluso cuando está tan hundido que debe decidir entre caminar kilómetros bajo la luvia con los zapatos rotos o correr el riesgo de no poder comprar comida, el hombre consigue mantener el ánimo.
Además hay que quererle porque está claro que haría cualquier cosa por el bienestar de su perrita Lola. Y yo siempre digo que hay personas que, sin conocerlas, solo con ver cómo tratan a sus perritos, ya se puede saber mucho de ellos.
Cuando llega al circo de El Gran López, Celestino conoce a un grupo de artistas muy estrafalarios. Es genial ir conociéndolos y descubriendo sus secretos al mismo tiempo que los conoce Celestino.
Por el estilo narrativo
Es la primera vez que leo a Margarita García Gallardo y me ha gustado mucho su estilo: ameno, fluido y lleno de sentido del humor.
La historia está contada en primera persona por el propio Celestino, por lo que la narración tiene ese tono resignado del que sabe que lo ha perdido todo y encima no paran de ocurrirle cosas tan extravagantes que, si las contase en voz alta, nadie se las creería. Menos mal que nos las cuenta a nosotros, los lectores, que, aunque quizá soltemos unas cuantas carcajadas durante la lectura, en general, somos gente de fiar.
Por la ambientación circense
En la vida real no me gustan nada los circos. Pero nada de nada. Ni siquiera me gustaban cuando era pequeña.
En cambio, a la hora de leer, me llaman mucho la atención las historias ambientadas en circos o ferias. El circo de El Gran López no está en su mejor momento, casi ni siquiera están en disposición de hacer ningún número, pero aun así conserva ese ambiente de la vida en carromatos, de un lugar a otro, y el espíritu suficiente para mantener vivo eso de «el espectáculo debe continuar».
Por los temas que trata
El Gran López es una novela muy divertida, con cierto toque de intriga y bastante emoción, que, entre broma y broma, tiene tiempo para abordar algunos temas importantes y de total actualidad.
Por un lado, nos habla de la crisis económica y de la precariedad en la que pueden caer de manera muy fácil los artistas. Muchas veces se nos olvida (bueno, a mí no; pero a buena parte de la sociedad sí) que los artistas son seres humanos que tienen que hacer la compra, pagar las facturas de la luz, el alquiler, etc. Y aunque durante el confinamiento comprobamos que fueron precisamente las artes (libros, series, películas, videojuegos…) quienes nos mantuvieron más o menos cuerdos en nuestro encierro involuntario, en el día a día no se tienen tan en cuenta y suelen ser de los más perjudicados durante las crisis porque se consideran algo «prescindible».
Por otro lado, el libro también muestra el peligro de asumir como real todo lo que aparece en las redes sociales, donde en ocasiones se unen las falsas apariencias, el clic fácil y las ansias de formar parte del último trending topic, sin pararnos a reflexionar si es siquiera verosímil lo que estamos viendo.
¿QUIÉN LO HA ESCRITO?
Margarita García Gallardo es veterinaria y escritora, tanto de novela infantil como para adultos.
En literatura infantil ha sido varias veces finalista del Premio Edebé (con El Gran López, incluido) y ha publicado, entre otras, las novelas Una de Indios y Vaqueros o Esas cosas que no se ven a simple vista.
Con sus novelas para adultos ha llegado a ser finalista del Premio Planeta. También ha colaborado en antologías de relatos.