Estos últimos meses he leído varias historias escritas por Ana Campoy y ya tenía ganas de poder conocer a su Pepa Guindilla. Y reconozco que me he divertido mucho con esta pequeña pizpireta, que bien podría ser prima lejana de El pequeño Nicolás (el de Sempé y Goscinny, no el que aparece el primero en Google) o de Pippi Calzaslargas.
Que, por cierto, ha ganado el premio Fundación Cuatro Gatos 2022. ¡Felicidades!
¿De qué va esta novela?
Pepa Guindilla tiene casi diez años y una familia enorme formada por: una madre, dos padres, dos hermanos, una abuela y un gato. También tiene dos casas, una mejor amiga y una tabla de medidas en la que comprobar la magnitud de cada trastada. ¡Y un montón de ocurrencias desternillantes!
Pepa no tiene intención de crear problemas a nadie. Lo que pasa es que Odioso Chivato, el vecino del bajo de la casa de su padre, sí parece empeñado en hacerle a ella la vida imposible. Sus hermanos están a punto de enfrentarse a un acontecimiento académico de los más importante. Y su padre está un poco rarito últimamente.
Ante la magnitud de todos esos asuntos, Pepa no puede quedarse de brazos cruzados y no tienen más remedio que intervenir. Y cuando intervienes, las cosas acaban por enredarse sin que puedas impedirlo.
A lo largo de las páginas acompañaremos a Pepa en algunos episodios de su día a día, mientras pasa tiempo con su familia, va al colegio, investiga ese asunto que la tiene en ascuas, trata de encontrar un modo de ganar a su archienemigo, juega con Barbara a ser chicas mayores, adopta un gato, busca su vocación e incluso trabaja para intentar que la familia cuente con un miembro más.
¿POR QUÉ ME HA GUSTADO?
Por el modo en el que se enlazan los capítulos
Cada capítulo de este libro podría ser una historia independiente, un pequeño relato de un suceso concreto en la vida de Pepa, con principio, nudo y final. Y, al mismo tiempo, los capítulos están perfectamente conectados unos con otros para formar un todo.
Es muy curioso ir dándose cuenta de cómo a través de situaciones muy específicas o incluso objetos que parece que no tienen tanta importancia, la autora va tejiendo una trama en forma de puzle, donde al final todas las piezas encajan y hasta la más chiquitita cobra un papel definitivo para dar unidad a todo el texto.
Por Pepa, claro
Pepa es un terremoto. Es una niña de diez años con una personalidad arrolladora, un desparpajo que tira para atrás y una cabecita que funciona a mil por hora. Es divertida, atrevida, lista, ocurrente y lanzada. Además, es muy buena amiga, generosa y empática.
Como personaje es uno de esos a los que es imposible no coger cariño, porque cuando apenas llevas diez páginas con ella ya te ha conquistado de manera irremediable con su simpatía y te ha contagiado su visión optimista de la vida.
Por las risas y la ternura
La historia de Pepa Guindilla está llena de humor, es divertidísima, pero al mismo tiempo, la autora introduce un montón de momentos familiares cargados de ternura, donde la niña demuestra que su familia está por encima de todo, que, aunque no puede evitar liarla, es sensible ante lo que les ocurre a los otros (humanos y animales) y que la amistad es un pilar fundamental en su día a día.
¡Ilustraciones!
Desde luego, el personaje de Pepa es el punto fuerte de esta novela, claro, pero también todo el elenco de personajes que están a su alrededor. Y gracias a los lápices de colores de Eugenia Ábalos, podemos, no solo imaginarlos, sino también verlos cobrar vida y colarnos en algunas de las escenas más divertidas de la novela. Las ilustraciones son a todo color y como ya nos tiene acostumbrados la ilustradora, cuentan con una expresividad inmensa.
¿Quién ha escrito Pepa Guindilla?
Ana Campoy es una escritora y periodista madrileña. Aunque comenzó en el mundo del cine y los medios audiovisuales, enseguida se adentró en la literatura infantil y juvenil, convirtiéndose en una de las autoras más importantes del panorama nacional.
Además de novelas independientes, como Pepa Guindilla, también es autora de las series Las aventuras de Alfred & Agatha, Pen Friends y Familia a la fuga.
Entre otras muchas aportaciones al mundo de la LIJ, Ana Campoy es la coordinadora de la sección infantil y juvenil del Festival Celsius 232.