«Los Intrusos» de Lola Llatas

Los Intrusos - Pijama Books

Desde que vi anunciado el lanzamiento de Los Intrusos de Lola Llatas, con ilustraciones de Beatriz Castro, supe que quería leerlo, que iba a ser una de esas lecturas middle grade que tanto disfruto.

Y no me equivoqué.

He encontrado acción, misterio, personajes peculiares, seres oscuros, maldiciones milenarias, muchísimo sentido del humor y ¡muchos gatos!

Si te suenan bien estos ingredientes, no te vayas, que esto te va a gustar.

¿Quiénes son Los Intrusos?

Bueno eso no te lo voy a decir.

Lo que sí que te voy a decir es que Lucía ha inundado su casa. Ha sido sin querer, pero como no es la primera vez que se despista o que su imaginación le juega una mala pasada, en el reparto de hogares temporales durante las obras le ha tocado la casa de la tía abuela Ágata.

La tía Ágata es una mujer mayor que no ve un pimiento. Vive en una casa vieja, que cruje con cada pisada, que casi siempre está en penumbra y en la que un montón de gatos campan a sus anchas.

El objetivo es que Lucía la ayude durante los días que se quede con ella y así aprenda a ser más responsable.

Lo que pasa es que Lucía, aunque sí que va a impedir que su tía sucumba a una serie de accidentes domésticos potencialmente terribles, va a estar demasiado ocupada con otros asuntos.

Asuntos bastante más terroríficos que el de confundir el azúcar con la sal o freír unas croquetas en un espejo.

Porque no le hace falta pasar ni un día entero en la casa para darse cuenta de que allí está ocurriendo algo muy extraño. Las cortinas se cierran solas, el ajo desaparece y los gatos parecen multiplicarse (y encima no paran de observarla).

¿Serán todo imaginaciones suyas o de verdad hay un grupo de Intrusos en la casa?

Qué me ha gustado de Los Intrusos

Los Intrusos - Lola Llatas y Beatriz Castro

Los Intrusos es una novela middle grade muy divertida, entretenida y con un toque oscuro que me ha encantado.

Ambientada en una casa bastante tétrica, la trama sigue a Lucía desde que comienza a sospechar que algo raro está pasando hasta que se ve, prácticamente sola, obligada a luchar contra una sombría amenaza que puede poner en peligro a toda la humanidad.

Y aunque Lucía es muy imaginativa y un poco despistada, tiene muy claro que haría cualquier cosa por proteger a sus seres queridos, aunque estos no siempre confíen en ella. Porque las cosas se ponen tan feas que incluso su mejor amigo, Luis, parece haberse vuelto en su contra.

¡Muy feas!

¿Conseguirá resolver el misterio y vencer a Los Intrusos?

El estilo narrativo y la estructura

Para que te vayas haciendo una idea: la historia está narrada en primera persona por Lucía, la protagonista.

Y como ya te he dicho, Lucía tiene una imaginación tan desbordante que varias veces le ha puesto en un aprieto, pues ha pensado que un albañil era un invasor de otro planeta o que el material escolar estaba saboteado.

Así que como narradora no tiene precio.

El estilo de Lola Llatas es muy desenfadado, divertido y plagado de las ocurrencias de la narradora, que son muchas y muy variadas, lo que aporta grandes dosis de sentido del humor.

Y aunque arranca de un modo bastante calmado, pues Lucía todavía no se daba cuenta de lo que estaba ocurriendo, a medida que avanza la trama, va ganando ritmo y las últimas cien páginas casi parecen volar. Yo me las leí del tirón porque además no podía irme sin saber cómo acababa todo. ¡Es que menudo lío en el que se mete la pobre Lucía!

Además de la narración como tal, en algunos capítulos la autora cede la palabra a otros personajes para que nos hablen un poco más sobre Lucía, nos den su opinión, su punto de vista o puntualicen algunos de los sucesos que vivieron.

La tía Ágata

Todos los personajes de la novela son peculiares y bastante salados, incluidos los villanos que, aunque son malos, son tan torpones que hay que quererlos un poco a los pobres.

Creo que lo más divertido de todos ellos (bueno y malos) es precisamente eso, que son un poco desastre y por mucho que crean que se van a salir con la suya, sea lo que sea lo que tienen en mente (los hermanos de Lucía pasar toda la semana jugando a videojuegos, los padres descansar en un hotel, Luis apoyar a Lucia), las cosas no les salen como planeaban.

Pero, sin duda, mi favoritísima ha sido la tía abuela Ágata. Esta señora, que la pobre está más cegata que un topo, es un peligro andante y aun así siempre está de buen humor, dispuesta a hacer un montón de cosas para mantenerse activa y disfrutar de la vida, totalmente ajena a los riesgos que corre y a los malentendidos que provoca. Las situaciones que crea por su problema de vista son desternillantes y su papel al final del libro una genialidad. ¡Soy muy fan de la tía Ágata!

Las ilustraciones y la edición

No exagero si digo que he terminado enamorada de la edición que Pijama Books ha hecho para este libro.

Ya antes de abrirlo, solamente viendo los toques dorados de la portada, tenía buena pinta. Pero es que por dentro es una maravilla.

En primer lugar, por supuesto, las ilustraciones de Beatriz Castro, que son adorables y redonditas, en las que podemos ver a los personajes, los escenarios y algunos otros detalles de la historia a todo color. Las guardas me han fascinado.

Y luego, los interiores en general. ¡Una maravilla! Aparte de las ilustraciones grandes como tal, los bordes de las páginas están salpicados de pequeños motivos gatunos. La maquetación, en algunos puntos, juega con las fuentes para resaltar algunas «palabras». Y las páginas tradicionales con texto negro sobre blanco se alternan con otras con fondo negro, azul o naranja.

¡Una pasada, de verdad!

En estos tiempos en los que a veces parece que es más importante hacer todo rápido sin tener tan en cuenta la calidad del resultado, es una delicia encontrarse una joyita como este libro.

En resumen

Los Intrusos de Lola Llatas ha sido una lectura middle grade divertida y un tanto tenebrosa, llena de acción, intriga, personajes peculiares, gatos y muchísimo sentido del humor. Todo ello acompañado de preciosas ilustraciones de Beatriz Castro y enmarcado en una edición cuidadísima de Pijama Books.

¿me invitas a un café?

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