Novelas juveniles sobre patinaje

novelas juveniles sobre patinaje

Hoy es santa Liduvina. ¿Y a mí qué? Seguro que te estás preguntando. Pues la buena de Liduvina es la patrona de los patinadores y de los enfermos crónicos. Así que es la patrona con la que más me identifico. Y como a ti seguramente eso te da igual, pero te gustan los libros infantiles y juveniles, pues con la excusa te traigo hoy la recomendación de cuatro novelas juveniles sobre patinaje.

Pero déjame que te cuente primero la historia de Liduvina, que es muy curiosa.

¿Qué tiene que ver el patinaje con los enfermos crónicos?

Liduvina nació en Holanda en 1380. Durante el invierno de sus quince añitos, decidió que era muy buena idea salir a patinar por los canales congelados del pueblo en el que vivía. Supongo que por entonces no existían rodilleras ni esos culots mulliditos para no acabar con el trasero morado.

La pobre Liduvina tuvo la mala suerte de caerse y fracturarse una costilla. Nunca se recuperó del accidente. De hecho, empeoró hasta sufrir parálisis de todo su cuerpo salvo la mano izquierda. Además de terribles dolores, solía tener hemorragias y algunos de sus vecinos murmuraban acerca de que estaba poseída por el demonio. Por lo visto, en la actualidad hay quien apunta que fue uno de los primeros casos documentados de Esclerosis Múltiple.

No lo sé.

El caso es que Liduvina pasó treinta y ocho años postrada en su cama, hasta que murió el 14 de abril de 1433, a la edad de cincuenta y tres años.

Durante todo ese tiempo, como no podía hacer otra cosa, Liduvina se entregó a rezar y se dice que Dios le otorgó el don de tener visiones de futuro y curar a los enfermos. Parece ser que ocurrieron varios milagros junto a su cama y su habitación se convirtió en lugar de peregrinaje.

En 1890, el Papa León XIII llevó a cabo su canonización. Es reconocida como patrona de los patinadores y los enfermos crónicos, festividad que se celebra el 14 de abril.

Novelas juveniles sobre patinaje

La chica de hielo de Andrea Tomé

la chica de hielo andrea tomé portada

Carmen tiene diecisiete años y tras una grave lesión parece haber echado a perder su gran futuro en el mundo del patinaje sobre hielo. Todo el mundo cree que volverá a la competición la siguiente temporada, pero Carmen ya no siente que tenga derecho a comer, no duerme porque tiene pesadillas con el monstruo que abusó de ella y desde luego no contempla la posibilidad de regresar al hielo.

Hasta que en la sala de espera de la psicóloga del instituto conoce a cuatro personas con las que poco a poco creará vínculos muy especiales y caminarán juntos por el tedioso camino de la sanación.

En esta novela, el patinaje queda como telón de fondo de la trama, pero tiene muchísimo significado, por la dualidad de sentimientos que provoca a la protagonista. Porque antes era su mundo, lo que más amaba hacer, el futuro que sentía que tenía por delante. Sin embargo, después se convirtió, de rebote, en algo que daba miedo y que dolía tremendamente. Y aun así, quizá, puede ser un lugar feliz al que regresar algún día.

La chica de hielo es una historia dura, pero bonita a su manera, escrita con respeto, honestidad y sensibilidad.

Hielo y plata de Alena Pons

Hielo y Plata novelas juveniles sobre patinaje

Esta novela la leí hace casi dos años y todavía tiene un hueco muy especial en mi memoria. Por algo fue mi lectura favorita de 2020.

Hielo y plata es una novela que se centra en el patinaje sobre hielo, pero también habla acerca de lo que supone luchar día a día por conseguir un sueño.

Mariya Vilamarín está acostumbrada a ser a segunda en todo: en el patinaje, pero también en casa, siempre por detrás de su hermana. Pero Mariya ama el patinaje y no le importa tener que esforzarse para lograr sus metas. De hecho, a lo largo de las páginas la vemos evolucionar, caer, levantarse, salir de su zona de confort, volver a ella corriendo, aprender a aprovechar sus fortalezas y a gestionar sus miedos para que no duelan tanto…

Y todo ello rodeada de un elenco de personajes tan bien creados que parece que se salen de las páginas.

Entrelazados a la trama, aparecen un montón de apuntes muy interesantes sobre patinaje, tipos de saltos, normas de las competiciones y buena parte de eso que no se ve a simple vista sobre el deporte de élite.

Una lectura preciosa, ágil, entretenida, con unos personajes que enamoran y muchísimo patinaje.

Los saltos de Sara de Susana Herrero

los saltos de Sara

Esta novela es la primera de una serie de cuatro tomos que siguen las aventuras y desventuras de Sara Summers.

Al empezar el libro conocemos a una Sara de nueve años. Una niña con memoria eidética, bastante peculiar, con un carácter fortísimo, pero que se derrite cuando se trata de cuidar de sus amigos.

Su padre acaba de matricularla a ella y a sus hermanos en un internado elitista situado en Escocia. Allí conocerá enseguida a dos niños que se convertirán en parte fundamental de su vida, formará una pandilla inseparable, pero también se enfrentará a líos, celos y rivalidades tóxicas.

En Los saltos de Sara, acompañamos a la protagonista desde los nueve años hasta los dieciséis. La vemos crecer, hacerse preguntas, equivocarse y experimentar el primer amor, las primeras decepciones, los primeros errores graves… y aprender poco a poco lo que significa hacerse mayor.

Aunque sí creo que merece estar incluida en novelas juveniles sobre patinaje, es cierto que las escenas de patinaje como tal no son demasiadas y lo que aparece no es muy preciso, pero los patines y la pista como escenario tienen cierto peso en la trama.

De momento solo he leído este primer tomo, pero seguiré con los demás cuando vaya teniendo tiempo. Es una lectura sencilla, tierna y entretenida, de esas que nos devuelven a la inocencia de los años de adolescencia. Una de esas novelas de confort, para cuando necesitas refugiarte en un libro y olvidarte del mundo.

Kiss & Cry de Andrea Tomé

Kiss & Cry novela patinaje

En este Kiss & Cry nos sentamos con una pareja de patinadores que, debido a su arrogancia y a no cumplir los «estándares estéticos» del deporte, se han convertido en las ovejas negras de las competiciones.

A pesar de no contar con el favor del público ni de los jueces, Verónica y Brooks han llegado a la categoría sénior justo a tiempo para la temporada olímpica y están decididos a conseguir su plaza. Cuando el campeón olímpico Nikita Ogorodnikov les comunica que quiere entrenarlos, no dudarán ni un momento en mudarse a Toronto y comenzar cuanto antes la preparación de sus nuevos programas.

Junto a ellos (o más bien, todo lo contrario a ellos) está Micah, el hermano de Verónica y amado por todos. La bendición canadiense que tuvo que abandonar el mundo de la competición debido a su fibrosis quística.

En Kiss & Cry nos colamos a la parte de atrás del deporte de élite, al esfuerzo, a las horas de entrenamientos, a la presión externa… pero también acompañamos a los personajes en sus momentos familiares, cuando tienen que lidiar con una crisis grave de la enfermedad de Micah, en los remolinos de sus sentimientos… en momentos divertidos, tiernos, duros y emotivos.

Escrita con un tono mucho más desenfadado del que nos tiene acostumbrados la autora, Kiss & Cry es una novela muy ágil, muy entretenida, con bastante salseo, personajes complejos y patinaje de élite.


¿Conoces algún otro libro juvenil sobre patinaje?