Uno de los comentarios que más feliz me hace recibir es cuando alguien me agradece que traiga (aquí o las redes sociales) recomendaciones que no aparecen en demasiados medios. Y creo que la de hoy va a ser una de esas.
Quizá Trece velas en la recámara no es ese libro que ves por todos lados, ni el tipo de novela que suelo leer. Pero incluso sin ser mi lectura perfecta, he encontrado en ella muchas cosas destacables de las que me gustaría hablar y que hacen que sí sea una lectura que recomiendo.
Así que no te vayas, que esto te interesa.
¿De qué trata Trece velas en la recámara?
Mike está a punto de cumplir trece años y quiere hacer una celebración especial. Los locales de fiestas infantiles se le han quedado pequeños, los bares (por supuesto) son para mayores de edad y el típico combo cine-merienda es demasiado aburrido.
Por eso, cuando ve el anuncio de «¡Esto es la guerra!», lo tiene claro. No hay demasiada información, pero lo que parece claro es que se trata de un parque temático centrado en la guerra, las armas, disparar y todo eso que tanto le atrae. ¡Celebrará allí su cumpleaños!
Al principio, a su madre no le hace demasiada gracia el plan, pero, aun así, cuando llega la fecha señalada, Mike y sus cuatro amigos, entusiasmados, se cuadran ante el camión militar que viene a recogerlos para trasladarlos al parque temático.
Al llegar allí, les proporcionan lo que necesitan para disfrutar del día y hacer que la experiencia sea lo más realista posible.
Ya solo tienen que elegir el primer escenario en el que quieren entrar: ¿La batalla de Lepanto? ¿La de Trafalgar? ¿Acompañar a Napoleón? ¡Están todas! Y no es tan sencillo decidirse.
Lo que pasa es que, a medida que van explorando los escenarios, se van dado cuenta de que quizá, en «¡Esto es la guerra!», todo empieza a parece un poco demasiado real…
¿Y qué es lo que más me ha gustado de Trece velas en la recámara?
Como ya he dicho, en un principio este tipo de novelas no son las que suelo leer. Soy muy sensible con el tema de la violencia y reconozco que a simple vista no me hubiera llamado la atención este título. Sin embargo, me he sorprendido a mí misma disfrutando la lectura e incluso quedándome con ganas de más al llegar a la última página.
Su originalidad
Lo primero que me gustaría destacar es la originalidad de la trama. Mezclando ficción con realidad histórica, Julia San Miguel Martos nos introduce en algunas de las guerras y batallas más importantes de la historia, como el desastre de la Armada Invencible, el desembarco de Normandía o la Guerra Civil Española.
Pero lo más original e interesante no es eso, sino el punto de vista desde el que nos acercamos a estos momentos de la historia. No leemos cómo ocurrieron estas batallas y quienes fueron los participantes como estamos acostumbrados a hacerlo en libros de texto o artículos, sino que vemos todo desde dentro. Estamos dentro.
Las descripciones son vívidas y envolventes, haciendo que efectivamente te sientas partícipe de lo que están viviendo los personajes.
Así que, con todo esto, no solo resulta un modo muy ameno de conocer o repasar esos momentos de la historia, sino que consigue que sientas, de algún modo, lo que es realmente la guerra: los horrores, la violencia desmesurada, el miedo, el sufrimiento… un lugar donde siempre se pierde. Y teniendo en cuenta lo actual del asunto (lamentablemente), resulta muy revelador e invita a la reflexión.
La estructura y el ritmo
Al abrir el libro, nos encontramos a Mike huyendo, muerto de miedo. Una escena tensa que nos pone sobre aviso de lo que vamos a encontrar en el libro.
Después, en el siguiente capítulo, regresamos al principio. A una vida normal, de un niño cualquiera en una ciudad cualquiera de la actualidad.
*Bueno, un niño completamente obsesionado con la violencia y que ha sido mi cruz durante la lectura. Al principio no entendía nada esa pasión por el tema. Luego, al escuchar las supuestas bromitas de su padre, ya vi de donde le venía…
Y a partir de aquí descubrimos cómo Mike ha llegado hasta la situación de las primeras páginas, mientras visitamos diferentes momentos de la historia.
El ritmo es frenético y la lectura muy amena. Los datos reales están perfectamente incorporados dentro de la historia, por lo que en ningún momento suponen una merma en el ritmo, sino todo lo contrario.
Es verdad que es un libro corto, pero me lo leí en dos ratos por lo que me enganchó.
De hecho, cuando lo acabé, me quedé con ganas de que hubiera sido más largo. De que me hubieran explicado más o de un modo más profundo.
El final queda bastante abierto. Es verdad que, para mi gusto, demasiado abierto. He echado de menos un epílogo o algo un poco más concreto. Pero sí que es verdad que la historia te deja dándole vueltas a la cabeza y quizá esa era precisamente la intención de la autora.
¿Quién la ha escrito?
Julia San Miguel Martos estudió Filología Hispánica y compagina su trabajo de gestora en corrección de textos con la escritura.
Ha publicado en editoriales tan importantes como Kalandraka, SM y Edebé.
Trece velas en la recámara quedó finalista en el I Certamen Calíope de Novela Juvenil (2022).
En resumen…
Trece velas en la recámara es una novela juvenil original, amena y ágil, que habla sobre los horrores de la guerra a través del punto de vista de unos niños que viajan desde nuestros días hasta algunas de las batallas más estremecedoras de la historia mundial.
