«Sher & Lock» de Anaïs Baranda

Sher & Lock Anaïs Baranda reseña

¡Que levante la mano a quien le guste Sherlock Holmes! A Sergio y Lorena (también conocidos como Sher & Lock) les encanta. Pero lo que no les gusta nada es estar de acuerdo. Así que seguro que alguno de los dos lo niega para llevar la contraria al otro.

Pero ¿quiénes son Sergio y Lorena?

Y lo que es más importante… ¿qué hacen persiguiendo a un ladrón de plátanos?

Y aún más inquietante… ¿QUIÉN se pone a robar plátanos?

Sigue leyendo, que te lo cuento.

Sher & Lock. Agencia de detectives

Sergio y Lorena son compañeros de clase. ¡Y se llevan fatal!

Ella no soporta que él esté todo el día moviéndose y haciendo crac-crac con su cubo de Rubik (que jamás consigue resolver, por cierto).

Y él no aguanta la obsesión de ella por sus pulseritas y la cara de acelga con la que siempre le mira.

Pues mala suerte, chicos.

Porque Guadalupe, la profesora de mates, no solo los ha obligado a sentarse uno delante del otro en clase, sino que los ha castigado a hacer un trabajo juntos.

Sher & Lock Anaïs Baranda

Un trabajo de mates.

Claro…

Seguro que eso es lo que estás pensando.

¡Pues no!

Porque resulta que lo que en realidad tienen que hacer es trabajar juntos para resolver un caso muy misterioso. Su primer caso como detectives secretos.

En el colegio están desapareciendo todos los plátanos y más les vale encontrar al ladrón antes de que alguien pague las consecuencias de un déficit de potasio.

Sergio y Lorena (o Sher & Lock si hablamos en clave) comenzarán a interrogar a sus compañeros sutilmente (ejem), a hacer listas de sospechosos y a recorrer la ciudad en patinete a toda pastilla para tratar de pillar al culpable, recuperar el botín robado y descubrir cuál es el móvil de un crimen tan poco usual.

Lo que me ha gustado de Sher & Lock

El caso de los plátanos desaparecidos es el primer tomo de la nueva serie middle grade escrita por Anaïs Baranda.

Inspirados en las aventuras de los detectives tradicionales, nos encontramos con dos personajes que no se soportan, pero que van a tener que aprender a colaborar para hacer realidad el deseo que comparten (aunque no lo quieran reconocer): ¡protagonizar su propia historia de detectives!

El estilo narrativo

Ya había leído a Anaïs Baranda anteriormente con su novela juvenil El hado padrino, pero en este caso me he encontrado algo muy diferente, que demuestra que sabe manejarse en distintos registros.

En esta primera aventura de Sher & Lock nos sumergimos en una trama de intriga sí, pero sobre todo en una historia llena de sentido del humor, de acción, de batacazos, de cosas que huelen mal, de meteduras de pata, de giros inesperados…

El ritmo es tremendamente ágil y ligero. Y el vocabulario que utiliza le resultará muy cercano al público middle grade al que va dirigido el libro, porque es que el narrador les habla directamente a ellos.

Además, entre medias de sospechosos que huyen, secretos que nadie sabe mantener ocultos y persecuciones sobre ruedas, también podemos ver a los protas ir dando un poquito de cancha al otro. Pero muy poquito a poco, no te creas. ¡No vaya a ser que alguien piense que se caen bien!

La edición

El libro viene encuadernado en tapa dura y los interiores, a pesar de que son en blanco y negro, resultan muy atractivos.

La maquetación alterna páginas blancas con tinta negra y negras con tinta blanca y utiliza diferentes tamaños de letra, negritas, destacados, intervenciones de los personajes a través de bocadillos tipo cómic, listas, notas, fichas de sospechosos…

¡Y por supuesto un montón de ilustraciones de la mano de Elisa Escalera Aguilera! Tanto ilustraciones a toda página de los personajes, como otras más reducidas e incluso pequeños detalles que salpican el texto y enriquecen la trama a nivel visual, dejando que el lector forme parte más activa de la investigación. 

En resumen…

El caso de los plátanos desaparecidos de Anaïs Baranda es un inicio de colección que deja con ganas de más aventuras de Sher y Lock. Una trama middle grade divertida, emocionante y cargada de humor, con un final inesperado.

¿me invitas a un café?

Deja una respuesta