«Un lobo dentro» de Pedro Mañas

Reseña Un lobo dentro

No era esta la reseña que tenía programado subir hoy, pero es que en la presentación de Un lobo dentro nos dejaron con tantísimas ganas de leerla, que no pude evitar saltarme la fila de pendientes para darle prioridad.

En efecto, la novela me ha encantado. El «problema» es que ha sido una lectura tan intensa, con tantos matices, con tantos pequeños detalles que le dan forma, que no tengo ni la menor idea de cómo voy a hacer la reseña para explicarlo haciéndole justicia pero sin contar demasiado.

Voy a intentarlo…

¿De qué trata Un lobo dentro?

En esta novela juvenil, Pedro Mañas nos cuenta la historia de Jacob. Pero podría ser la historia de otra persona, porque lo que cuenta, por desgracia, es una realidad universal que parece todavía demasiado lejos de extinguirse.

Un lobo dentro es una novela en torno al acoso escolar, al miedo y al ansia de supervivencia sin importar el precio que esta tenga. El relato de cómo un gesto aparentemente inofensivo puede desencadenar el caos más tremendo. La historia de cómo dos lobos surgieron en el interior de Jacob y fueron creciendo, haciéndose fuertes, hasta llegar a un punto en el que sus caminos comenzaron a avanzar en direcciones distintas, obligando a Jacob a tomar una decisión: ¿a cuál de ellos quiere entregar la mayor cantidad de alimento?

¿Por qué me ha gustado esta lectura?

He dicho antes que me ha encantado Un lobo dentro, pero no puedo decir que la haya disfrutado, no en el sentido amplio de la palabra, al menos. Porque sufrir… me ha hecho sufrir un rato.

La historia es dura. Ha sido una lectura muy intensa, que me ha hecho experimentar un gran abanico de sentimientos, que me ha tenido muchos momentos con un nudo en la garganta, que me ha sacado alguna sonrisa gracias a Gabi, pero, sobre todo, que me ha hecho recordar, regresar a la época del colegio y el instituto en busca del reflejo de esos lobos. Y también reflexionar, plantearme qué habría hecho yo en cada una de las situaciones a las que se enfrenta Jacob a lo largo de las páginas.

Personajes grises

Una de las cosas más interesantes y que aportan la indudable dosis de realismo a la novela son los personajes.

Ninguno de ellos es 100% bueno o malo (¿alguien lo es, en realidad?). Las víctimas se mezclan con los verdugos, se cambian las tornas, se confunden…

En ningún momento se justifica ninguna de las acciones de los acosadores, pero sí se trata de poner sobre ellos su contexto, todas las vivencias que han ido añadiendo piezas hasta construir lo que son en ese momento.

Y digo EN ESE MOMENTO, porque la mayoría de las personas evolucionamos y somos diferentes versiones de nosotros mismos en distintos momentos de nuestras vidas. Unas veces mejores, otras peores. Y quizá este es uno de los hilos conductores más fuertes que sustentan Un lobo dentro.

Quizá el único que brilla un poco más es Gabi, pero incluso él tiene sus sombras que refuerzan aún más el sentido de la novela, al mostrar que cada persona reacciona de un modo distinto ante un estímulo parecido.

La lente desde la que se mira el acoso escolar

Pedro Mañas no necesita una pelea brutal o presentar a un personaje con unos rasgos que podamos identificar fácilmente como de «potencial víctima» para explicar el inicio del acoso que sufre Jacob.

Jacob al inicio del libro es un niño «normal» que un día, por un suceso que empieza como algo totalmente anecdótico, se convierte en el blanco de un proceso de acoso demoledor.

Con este inicio, el autor se enfrenta desde la primera página a ese «¿por qué yo?» que suele ser una de las preguntas más difíciles de responder cuando se habla de un caso de acoso. ¿Por qué Jacob? Pues simplemente por estar ahí en ese momento y en ese lugar. O quizá porque alguien tuvo miedo y prefirió señalarle a él para protegerse a sí mismo.

Con esto, la novela nos pone delante la dura realidad. El abuso no son solo esos casos más extremos que nos llegan a través de los medios de comunicación. El acoso son todos esos juegos que dejan de ser juegos, esas bromas que no tienen gracia, esos motes, esas risas por la espalda, esos «tú no»… y que cualquier persona puede convertirse en víctima o verdugo.

El estilo narrativo de Pedro Mañas

Al tratarse de una historia dura, que sobre todo se centra en lo que está sucediendo en el interior de Jacob, uno podría pensar que es un libro denso, lento y difícil de leer.

¡Pues nada de eso!

Un lobo dentro está narrado con un tono cercano, amable y ameno que, sin quitar ni un ápice de seriedad a lo que está contando, aporta un ritmo ligero a la lectura. Da la sensación de que todo el tiempo están pasando cosas. Y, aunque en la presentación nos advirtieron de que no lo leyéramos de un tirón porque luego nos iba a dar pena que se hubiera terminado, a punto estuve de no cumplirlo. La narración te invita a quedarte, a leer un capítulo más, aunque estés con un nudo en la garganta y las lágrimas a punto de echar a rodar.

Un lobo dentro Pedro Mañas

Un lobo dentro está recomendada por la editorial a partir de doce años. Y yo creo que, efectivamente, de ahí en adelante, la novela es capaz de conectar con lectores de cualquier edad.

Yo, desde luego, la recomiendo 100%. Aquí sí que puedo afirmarlo con rotundidad.

Para mí ha sido una lectura maravillosa, con un enfoque muy acertado, que casi me ha hecho explotar por todas las sensaciones que me ha producido y que, a pesar de la dureza de la historia, deja abierta la puerta a esa esperanza de que todos tenemos la opción de ser valientes y dar de comer al lobo adecuado.

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